Compré libros en San Miguel de Allende

¡Hola geeks! Esta es una entrada especial sobre lo que hice este verano en San Miguel de Allende, Guanajuato. Durante la semana que hicimos servicio comunitario, nos enteramos que cada jueves, unas señoras muy amables venden libros. Estos se encontraban en su mayoría en inglés, y uno que otro en español.  Así que después de que terminara nuestro taller de ese día, José Luis y yo nos fuimos a ver los libros.

¡No saben la gran cantidad de títulos interesantes que había! Mientras inspeccionaba una de las filas de libros, me encontré con Insurgente, la segunda parte de Divergente en inglés en pasta dura. ¡Wow! Y justo cuando lo agarré, José Luis gritó: ¡¡¡Es mío!!! Y durante unos pocos minutos, discutimos quién se quedaría con el libro. Lo gracioso que nos veíamos ambos sosteniendo el libro y explicando porqué lo queríamos tanto, mientras las personas a nuestro alrededor nos miraban como si estuviéramos locos. ¡Jajaja! Aunque al final se lo quedó él.

Para ese entonces, yo ya había comprado tres libros, los cuales salen en el IMM/ Book Haul pasado. Como yo sabía que podía gastarme todo el dinero que llevaba en libros, decidí ir a decirle a Pato (jefe supremo del curso) que por favor no me dejara acercarme a los libros de nuevo. He ahí el motivo de la cita que aparece a continuación. A Pato también le gusta mucho leer, ¡saludos Pato! Como ya nos teníamos que ir, salimos de ahí corriendo para alcanzar a mis otros compañeros en la escuela.  Durante el camino, llevaba una sonrisa al estilo: "compré una cajita feliz y me tocó el juguete que quería.

Yo: ¡Pato, me voy a quedar pobre de comprar tantos libros!”
Pato: “No, los libros enriquecen al pensamiento y alimentan el alma

Como a la mayoría de mis compañeros, les gusta leer tanto como a mí, le pedimos a Pato ir el próximo Jueves a la biblioteca en algún tiempo libre. No pudimos ir, pero al siguiente fin de semana, fuimos a conocer San Miguel de Allende. Y justo enfrente del Templo de Nuestra Señora de la Salud, se encontraba el bazar de libros. 

En esta ocasión ya no compré libros, pero dos de mis amigos sí. Gladys decidió comprar dos libros de Paulo Coelho: Aleph y Veronika decide morir. Saúl también compró dos libros que también tengo muchas ganas de leer. él compró Antología de Herman Hesse y Ensayo sobre la ceguera de Saramago.

Yo no había visto todos los puestos de libros, porque fui con mis amigas al mercado de artesanías. Tiempo después, cuando nos encontramos a Saúl, fuimos a ver cada uno de los puestos y nos detuvimos en todos para comparar ediciones, portadas y precios. Hay que mencionar que Saúl está tan obsesionado por los libros como yo, así que fue muy gracioso verlo olisquear un libro de aspecto antiguo (confirmó que es uno de los nuestros, ¡jaja!). 

Vimos libros para todos los gustos, desde infantiles, hasta libros de autoayuda, eróticos, juveniles, históricos y educativos. Lo que no me gustó es que vendieran resúmenes de algunos libros, era como ver un libro al que le arrancaron varios capítulos. Cumbres borrascosas de 125 páginas, ¡ajá! En fin, siempre me emociono cuando veo libros y quería compartirlo con ustedes.

Gracias a mis amiguitos por mandarme las fotos, ¡les extraño! Por cierto, ¿Les llama la atención alguno? ¿Los han leído? ¿Qué opinan de que los libros que se venden en la biblioteca estén en inglés y solo unos cuantos en español?

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