El principio del placer reúne seis cuentos y una novela corta que le da título al libro. En ella un adolescente narra su descubrimiento del amor y la sexualidad y su encuentro con la corrupción de México y del mundo. Lo fantástico se vuelve verosímil y lo cotidiano se hace espectral en una serie de relatos que hablan de las edades humanas desde la infancia hasta la vejez.

Muchos saben que José Emilio Pacheco es de mis escritores favoritos y que sus libros siempre logran emocionarme de principio a fin. El principio del placer es un libro que consta de seis cuentos y una novela titulada igual que el libro. Muestra una transición desde la infancia hasta la vejez desde diferentes perspectivas y personajes. 

Se lee muy rápido pero les recomiendo que se tomen el tiempo para leer a detalle y disfrutar cada una de las historias. Estas logran enganchar al lector y transmitirle cada una un sentimiento diferente: desde la sorpresa hasta la intriga.

En esta ocasión, el estilo del autor tiende a ser un poco más formal en la mayoría de los cuentos, más no es su totalidad. Los hechos que provee el autor son tan creíbles y lógicos que te hace sentir que algunos de los sucesos mencionados en la historia, también los leíste en el periódico en algún momento. Esto ayuda a que el lector se sumerja a fondo en cada página. 

No puedo decir que tenga una historia favorita, ya que todas han logrado emocionarme y marcarme de alguna manera. Algo que considero importante mencionar son los finales de cada historia; nunca nada termina como esperas que termine. Este es el sello del autor: los finales inesperados. Todo empieza muy tranquilo y feliz para luego tener un giro inesperado y terminar de una forma totalmente diferente. ¡Me encanta

En conclusión, El principio del placer es un libro altamente recomendado para adolescentes y adultos. Un libro que nunca termina de sorprender a su lector cada vez que lo relees.

José Emilio Pacheco

Sobre el autor

José Emilio Pacheco(México, 1939) Poeta, narrador, ensayista y traductor mexicano, cuya cultura literaria y sensibilidad poética lo convirtieron en uno de los miembros más destacados de la llamada Generación del Medio Siglo.