Momo
Momo es una niña con un don muy especial: sólo con escuchar consigue que los que están tristes se sientan mejor, los que están enfadados solucionen sus problemas o que a los que están aburridos se les ocurran cosas divertidas. De repente, la llegada de los hombres grises va a cambiar su vida. Porque prometen que ahorrar tiempo es lo mejor que se puede hacer, y pronto nadie va a tener tiempo para nada. Ni siquiera para jugar con los niños. Momo es la única que no cae en la trampa, y con la ayuda de la tortuga Casiopea y del maestro Hora, llevará al lector a una aventura fantástica llena de enseñanzas sobre la amistad, la bondad y el valor de las cosas sencillas. En definitiva, sobre lo que de verdad nos hace felices.
Momo es una historia hermosísima que desde hace unos quería terminar de leer. Cuando tenía trece años, en mi clase de español teníamos un pequeño club de lectura, en el que cada semana nos rotábamos los libros entre todo el salón y así podíamos leer cada semana un libro diferente, sin dejar a un lado que la tarea era hacer un resumen o un dibujo de la historia.
Entre los libros que había, estaba Momo, pero nunca me tocó leerlo, aunque me llamaba la atención. Meses más tarde lo encontré por mi cuenta pero no terminé de leerlo por varios motivos. Ahora a cuatro años de eso, decidí leerlo y conocer a la pequeña Momo.
Escrito en tercera persona, Momo es la historia de una niña que vive en las ruinas de un anfiteatro. Desde el inicio de la historia, se vuelve amiga de otros niños y adultos que la van a visitar a las ruinas. Como dice en la sinopsis, Momo tiene un don especial, escucha a los demás como ninguna otra persona. Además de que es muy creativa y tiene una gran imaginación para los juegos, sus amigos jamás se aburren estando con ella.
Un día, llegan unos malvados hombres grises que logran hacer que la gente empiece a ahorrar tiempo y dejen de divertirse. La única que no cae en el engaño es Momo, quién emprende una aventura más allá del tiempo para recuperar a sus amigos y devolver la felicidad y el tiempo robado a toda la ciudad.
Es una historia un poco infantil pero muy divertida y que he disfrutado mucho leer. Aunque suene extraño, los hombres grises y su afán por ahorrar tiempo me recuerdan a mi mamá. Ella siempre dice que se la hace tarde, todo el día está de un lado al otro realizando actividades y pendientes que planeo días antes para poder tener en un futuro más tiempo para descansar.
Siempre le he dicho que se parece al conejo de Alicia... "me voy, me voy... ¡se me hace tarde hoy!", aunque después de leer este libro, creo que los hombres grises establecieron contacto con ella y por eso es así.
La historia es contada cronológicamente y el libro se divide en capítulos. Es un libro muy fácil de leer y muy ligero. Va dirigido a un público infantil y juvenil.
Desde el principio hasta el final es un libro muy bueno que mantiene al lector interesado en esta entretenida aventura.
Michael Ende
Sobre el autor
Michael Andreas Helmut Ende fue un escritor alemán.Hijo único del pintor surrealista Edgar Ende y de Luise Bartholomä, una fisioterapeuta. Le gustaba coleccionar tortugas de distintos materiales.