El rey Lobo gobierna con mano de hierro en Moriana, un país que basa su prosperidad en la esclavitud y la guerra. Angustiado por una maldición según la cual jamás podrá tener un hijo varón, Lobo desatiende a sus dos hijas, en especial a Soledad, la primogénita, que no logra el cariño de su padre por más que lo intenta entrenándose en cacerías y combates simulados. Cuando la noticia de una amenaza terrible —un dragón— llega a la corte, Soledad acepta la responsabilidad de partir a los confines del reino para ver cuánto hay de verdad en los rumores. Esa búsqueda la llevará a conocer la amistad, el amor, la magia y, en última instancia, la esencia de sí misma.

Loba es el primer libro que leo de la autora. Está escrito en tercera persona y sumerge al lector en el reino de Lobo, un guerrero despiadado, que gobierna Moriana. Dentro de este país donde antes había paz y alegría, un joven ha despertado al dragón en busca de venganza, de ganas de hacer que Moriana sea como antes. Soledad, la hija de Lobo y heredera del trono, va en busca del dragón para enfrentarlo y así salvar el reinado de su padre.

¡Wow! Empecemos aclarando que siempre digo que me gustan las historias ambientadas en la época medieval pero cuando las leo me cuesta mucho trabajo sumergirme en el libro y poder leerlo sin pausas. No me pasó eso con Loba, desde el inicio me atrapó y avanzaba muchísimo cada vez que leía. Eso sí, no lo leí de corrido porque tenía muchos pendientes escolares pero sí lo leía cada noche antes de dormir. Algo que me gustó y que hace mucho que no me pasaba era el aprender palabras y concepto nuevos que nunca antes había escuchado. Tanto eso como las descripciones de las armas y las batallas me parecieron increíbles y que lograban sustentar muy bien la historia. 

En esta ocasión no amé más a un personaje que a otro, sino que estaba tan inmersa en saber qué iba a pasar y cuáles iban a ser las consecuencias de cada uno de los actos de los personajes que no me enfoqué mucho en ellos. Quería saber más de la magia, más de la historia de Moriana, de Lobo, de la mamá de Soledad y también de los sirvientes. No hay personaje aquí que no tenga una versión propia qué contar de la historia de Moriana. 

Sin duda no era para nada la historia que esperaba encontrarme y eso me encantó, me sorprendió muchísimo y me dejó con la sensación de que Moriana existe aun cuando el lector no esté leyendo la historia. No cobra vida, siempre la tiene aun cuando el libro esté cerrado y por eso al leer hay personajes secundarios que siempre te dejan la sensación de saber más de lo que dicen saber. Estoy muy feliz por haber leído Loba y ahora la recomiendo seguido cuando me preguntan de libros con historias épicas y heroínas valientes.

Estoy segura que pronto leeré más de la autora y estaré contándoles sobre sus historias en muchas otras ocasiones. Y sí aún no han leído Loba, no se queden con las ganas y léanlo. Será de sus lecturas favoritas del año.