El elefante encadenado
Un alegato poético a favor de la libertad.
Un niño se pregunta por qué un animal tan grande como el elefante permite ser atado con una cadena detenida por una pequeña estaca si podría levantarla sin mayor esfuerzo. Ninguno de los numerosos adultos a los que interroga le responde de manera convincenteā¦ Hasta que, un día, un hombre muy sabio le da una pista para encontrar la respuesta.
El elefante encadenado es un libro hermoso con una pregunta que pone a reflexionar al lector, ¿por qué un animal tan fuerte como el elefante del circo permite que lo mantengan atado a la estaca? Esto es lo que un día un niño se pregunta, y a partir de ahí es de donde surge este libro.
Cuenta con unas hermosas ilustraciones creadas por Gusti, que al parecer es acuarela con algunos pequeños recortes o stickers de algunas cosas que nada tienen qué ver con la historia pero son esos pequeños detalles que hacen de las ilustraciones creaciones increíbles.
Este es un libro que nos regaló Océano durante la cuarta quedada bloguera, a cada persona le tocó un libro al azar y este es el que a mí me tocó. Desde que lo tuve entre mis manos, me emocioné. Amo los libros ilustrados y en especial los libros altos y delgaditos como este. Aunque supuestamente va dirigido a niños, para nada excluye a mayores. El mensaje que aporta debería ser escuchado por chicos y grandes.
En conclusión, El elefante encadenado es un libro que no puedes quedarte sin leer y sin observar sus maravillosas ilustraciones. Es un libro al que ahora le tengo mucho cariño.
Jorge Bucay
Sobre el escritor
Hijo de una familia con raíces judía y árabes, Jorge Nació y creció en Buenos Aires, Argentina, y estudió medicina y psicología. Trabaja desde los 13 años y, en su periplo por la vida, antes de ser doctor, ha tenido muchísimas profesiones.
Gusti
Sobre el ilustrador
Nació en Buenos Aires hace unos cuantos años y, según su madre, con un lápiz bajo el brazo. En 1985 viajó a Europa y desde entonces vive en Barcelona, donde se ha convertido en un ilustre ilustrador. Le han dado muchos premios, pero el más importante de todos es poder hacer lo que le gusta. Gusti también se llama Llimpi, que significa dibujante en lengua quechua.