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El año terrible


Siento que todavía no me regresan a mi hija, suelta mamá con los ojos llenos de lágrimas, su comentario me da la peor hueva, últimamente anda muy melancólica y cada que estamos solas aprovecha para sacar el tema de mi enfermedad, prefiere no hablarlo enfrente de mis hermanos, porque no quiere preocuparlos, es una estupidez: Yoshi es un bebé y Rubén no tiene conciencia, ni masa cerebral. Lo dices como si una banda de extraterrestres me hubiera secuestrado, le digo para bajarle 5 rayitas a la intensidad del momento. Extraño a la Dana de antes, vuelve a insistir. Quiero vomitar, no te hagas la sufrida más. Me levanta el dedo índice. Me olvidaba que no se te puede decir nada, le digo con la mirada clavada en el plato, se que le revienta que no la vea a la cara. Mírame a los ojos Dana, la miro sin parpadear, como hace Rubén cuando la quiere provocar, ¡ay no seas grosera! Me dice con su voz de paréntesis. Mamá se encierra en su cuarto, me quedo haciendo figuras en el plato con el tenedor y la miel, la última es una hacha.


El Año Terrible, escrito por Tamar Cohen, ganó el premio Gran Angular en el 2015. Por ello moría de ganas por leerlo y enamorarme de él tanto como supuse lo hicieron los jueces de este reconocido premio. 

Narrado en primera persona, conocemos a Dana, una adolescente de clase media-alta que está en la preparatoria. Su vida es muy normal y típica de cualquier chica en este contexto dentro de la Ciudad de México, pero Dana un día empieza a sentirse sin ánimos de hacer nada, ni de existir. A lo largo de la historia, o corto porque son 124 páginas divididas en 44 capítulos, vamos conociendo a su familia y amigos que estarán viviendo junto con ella esta curiosa enfermedad que Dana ni ningún doctor logran definir bien. 

En verdad tenía curiosidad y muchas ganas por leer este libro porque anteriormente ya sabía de Tamar Cohen. Tiene algunos cuentos infantiles. Haber visto su nombre anunciado como la autora del libro que ganó el premio GA el año pasado me llamó mucho la atención por estos motivos. No hice por leer esta historia hasta hace unos meses, en julio, cuando me regalaron el libro en la Quedada Bloguera Literaria. 

Lo empecé sin saber muy bien qué podría encontrarme. En las entrevistas que se encuentran en el canal de YouTube de Editorial SM, entendí que el libro lo había escrito Tamar en muy poco tiempo y generalmente en la noche o madrugada porque no podía dormir por estar deprimida. Que Dana en ciertos aspectos era ella misma (eso había entendido). Así que supuse que el libro estaría buenísimo ya que la misma autora había puesto una parte de ella en el libro. No fue así.

La realidad es que Dana es un personaje muy mal planteado y sumamente vacío que no logra conectar con el lector jamás. Por lo que leí, la autora no tiene ni una pizca de conocimiento sobre la depresión ni por experiencia propia ni por experiencia de una persona directa ya que Dana tiene más flojera que cualquiera otra cosa. Lo cual sí transmite el libro mismo: flojera. Ojalá en verdad no sea así la vida de Tamar ya que entendería perfectamente que no logre dormir si su vida es igual de vacía que la de Dana.

Para que me entiendan mejor, Dana es una adolescente caprichosa, grosera, muy mal hablada y que como buen estereotipo de adolescente, sólo busca obtener todo lo que quiere, se pelea indirectamente con su mejor amiga por un chico y sólo quiere tener sexo con el más galán del instituto. Sobre la supuesta depresión... el tema se queda corto y al final, sin que haya nada que soporte ese argumento, la autora cambia la enfermedad por otra. Un mal diagnóstico literario, quizás. 

El resto de los personajes se mencionan poco, no afectan ni de forma directa o indirecta la historia ni a la protagonista y por lo mismo sus diálogos y acciones son banales para la trama. 

La idea de hablar sobre la depresión adolescente me parece un tema sumamente interesante y que podría dar para mucho. Lo cual la misma editorial lo sabe y es desde ese lado que se busca vender esta historia. Sin embargo, en ningún momento la historia toca ese tema. Dana está supuestamente deprimida sólo porque Tamar lo dice, pero ella jamás lo demuestra por sí misma. Y en verdad, al final la autora decide cambiarle la enfermedad y se deja inconcluso el tema de la depresión para pasar a otras cosas. ¡Y la vida de Dana sigue en lo mismo que en lo que empezó la historia! ¡No pasa nada en realidad! Este es de esos libros que te arrepientes de haber gastado tu tiempo y dinero en él porque no pasa a la historia ni por pena ni gloria. Incluso se demuestra en lo más simple como dividir 124 páginas en 44 capítulos. Dos páginas y media por capítulo. 

Señores jueces del premio Gran Angular, ¿por qué esta novela mereció ser ganadora del premio? ¿Cómo eran el resto de las novelas que no resultaron ganadoras como para que esta sí ganara? ¿Tan malas eran? Me avergüenza bastante que ahora esta novela esté en la misma colección de libros que

Loba de Véronica Munguía, varios títulos de Antonio Malpica, varios títulos de Jaime Alfonso Sandoval y muchos otros más.

Sí quieren saber por qué ahora dudo del premio Gran Angular, lean el libro terrible titulado El Año Terrible. Por otro lado, si desean invertir su tiempo y dinero en un libro con el cual logren conectar, lean a algún otro autor o autora de la misma colección de libros del premio, como los mencionados anteriormente.

Tamar Cohen

Sobre la autora

Tamar Cohen nació en la ciudad de México en 1972. Estudió la licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana y la maestría en Creación y Apreciación Literaria en Casa Lamm. Sus trabajos previos han estado dirigidos a un público infantil, entre ellos están "Papás bajo la lupa" y "Cinco modos para deshacerme de mi hermanito".

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